Desconfía de quien te llame inmaduro a modo de insulto. Probablemente también lo sea él. Y ¿qué tiene de malo? Se disfruta de la inmadurez hasta tal punto que, cuando la dejamos atrás, no podemos evitar añorarla, aunque sea sólo un poco.
Los caprichos, la negación de responsabilidades, el no recapacitar, el que nadie espere demasiado de ti, el no mirar al mañana para darte cuenta de que no hay futuro. Eso nos mantiene con vida a muchos. La madurez, aparte de "Buen juicio, prudencia", es el primer paso hacia la muerte.
Podemos compadecernos del desgraciado Rob Lowe en St. Elmos' Fire, pero sin duda odiamos a ese facha cabrón de Judd Nelson...EFEMÉRIDES
1846 - El éter es usado por primera vez como anestésico.
1924 - Nace Truman Capote.
1955 - Muere James Dean.
1984 - Un snob neurótico más viene al mundo. Abre los ojos y sonríe, sin saber lo que le espera.
El Snob cumple 19, una zancada más en la carrera del fracaso. Cada año de mi vida ha sido peor que el anterior, así que la próxima vez puede que me toque celebrarlo en mi furgoneta, apestando a hippie, ahogandome en mi propio vómito, rodeado de botellitas de ginebra vacías robadas del minibar de último motel.
En esta ocasión lo haré junto a los pocos amigos que todavía me aguantan, mascando un chuletón a la brasa sangrante y casi mugiente. Luego intentaré arrastrarlos hasta algún pub donde sirvan Guinness, para disfrutar de un buen rato poniendo a parir a los no presentes. Como cada día de mi vida en los últimos dos años.
A veces me parece mejor plan lo de la furgoneta.
También para celebrar mi cumpleaños, he decidido sumarme a esa moda hortera que recorre los weblogs estos días, el audiopost. Su fin viene a ser demostrar que uno es más diestro con el html que con la lengua. Aquí teneis el mío.
No espero recibir regalos este año. En todo caso, autorregalos financiados por la familia. Una cámara digital, para colgar fotos chorras en este blog, añadirles un comentario poético-de-baratillo y sacar posts como churros.
Y si vosotros, mis (escasos) lectores, os sentís generosos, el mejor regalo que me podéis hacer es dejar un saludito y una felicitación en los comentarios. Por supuesto, es mentira. Preferiría una esclava sexual japonesa o una novia como ésta:
Pero supongo que es pedir demasiado.
Tómate una de mi cuenta. Prometo no pagarla.
Sale hoy en El Mundo un artículo a toda página sobre un tal Mustafá, inmigrante ilegal en Ceuta, que se gana la vida con el contrabando. A diario mete en Marruecos bebidas alcohólicas, ropa, ruedas, incluso neveras y lavadoras. A nado. Mustafá se ata el pesado cargamento a la espalda y nada desde Ceuta hasta Marruecos. Tras colocarlo vuelve a Ceuta a por mercancía. Antes hacía más viajes, pero ahora, después de que una de sus piernas se fuera al carajo, está limitado a tres por día. Saca en limpio 30 míseros euros.
"La policía de Marruecos queda con todo si pasamos por frontera en tierra, por eso ir por mar", nos explica Mustafá en su chabola en plena playa de El Tarajal. "Con Guardia Civil ser distinto, porque yo ser bueno con ellos. Y ellos saber que Mustafá cumple siempre". Mustafá cumple con la Guardia Civil remolcando hasta tierra firme los cadáveres de inmigrantes que se encuentra en las aguas del estrecho. A cambio la Guardia Civil le deja seguir con su negocio de transporte marítimo.
"No imaginar esta mierda tú... Todos los días sacando a gente muerta, sobre todo negros, que no saben nadar. Cuando veo un cadáver, tiro la mercancía y voy a él, aunque pierda dinero. Porque importante persona y no dinero. Por eso la gente quiere a Mustafá. No puedo trabajar cuando toco muerto, helado... Cada día. Todas semanas. Todos años". (...) "No querer robar", explica Mustafá. "Tampoco matar gente", añade. "Pero no trabajo y tener que pagar muchos gastos. Yo no médico por no tener papeles. ¿Esto es vida, eh?", balbucea con el cartón de vino en la mano. "Yo mierda, como perro, por no papeles. Y las medicinas de pierna costar mucho". Roba El Mundo de hoy en algún bar (esos hijos de puta no permiten leerlo gratis por Internet), recorta el artículo y guárdalo. Cuando tengas hijos, en vez de contarles esas mentiras de "Yo a tu edad caminaba 7 kilómetros para ir al colegio" o "De pequeño me dejaba los codos en la mesa de estudio", léeles la historia de Mustafá. Éxito asegurado.
El Snob se compró El Mundo de hoy para poder comentar el artículo, y recibió de regalo El Correo Gallego, probablemente el tercer diario del estado en deleznabilidad de contenidos (después de La Razón y ABC). El Correo viene a ser la hoja parroquial e ideario del PP de Compostela, e incluye apasionantes secciones como Vips de Galicia (donde se comentan los logros de la alta sociedad galega afín al partido) y el ...y sonrisas de Florinda Campoamor (chistes sacados de antologías del Todo a 100). Hojeando el panfleto descubro que una antigua compañera de colegio, Beatriz Porrúa, competirá mañana en no-se-qué gala de Operación Triunfo. La verdad es que la chica tenía buena voz, todavía la recuerdo cantando Bilbao Song en un espectáculo teatral sobre Brecht que montamos. Aunque odio OT más que pocas otras cosas que conozca, le deseo desde aquí toda la suerte del mundo. Será divertido huír de los bares donde pinchen su música...
...en la soleada terraza de alguna cafetería, mirando a la gente pasar o leyendo algún libro interesante. Ya ni siquiera me siento capaz de hacer eso. No leo nada desde hace semanas. Puede incluso que meses. Sólo paso las noches en vela y los días en una rutina que casi llega a incomodarme.
Me he cansado de fumar, de salir de marcha, de escuchar música con el volumen a tope, de comprar cosas, de cenar cada noche en la misma hamburguesería, de las mismas conversaciones día tras día...
Lo sigo haciendo porque es lo que he hecho hasta ahora, y no sé cómo podría cambiarlo sin cambiarme.
Sé que Paris apesta, y que los franceses son desagradables, y que todo es caro, y que probablemente nunca llegue a visitar esa ciudad en mi vida. Pongo la banda sonora de Amélie, dejo volar la imaginación hasta ese lugar común en nuestras mentes que es el Paris romántico y soleado, dejo volar las manos sobre el teclado. Odio todo esto, joder.
Odio escribir este tipo de posts. No necesito compasión, ni propia ni ajena. Mi vida no es peor hoy de lo que lo era ayer, y seguramente no será mejor que mañana. De hecho, debería estar contento: el corrector del examen se apiadó de mi letra de maníaco depresivo y decidió aprobarme. Con sobresaliente, precisamente en el área donde más borrones y líneas ondulantes había. Un examen para el que no había estudiado en absoluto, al que fui sin haber dormido y sintiéndome, una vez más, Hunter S. Thompson en el desierto de Nevada. Como borracho que descubre su gran talento para el bel canto, empiezo a sospechar que en un estado de somnolencia e inseguridad total es cuando mejor escribo. Snob Neurotico, Rapsoda del Insomnio.
Por supuesto, esto es una estupidez. Todo el post lo es. No me siento capaz de juntar dos líneas de texto coherente, y aún así tenía ganas de intentarlo.
Llevaba bastante tiempo sin escribir sobre una película, y eso que este verano he visto alguna novedad digna de elogio, como Piratas del Caribe, y otras merecedoras de más insultos de los existentes en el vocabulario castellano, como Tomb Raider 2 o American Wedding.
Esta noche, en lugar de salir de juerga (y emborracharme) o quedarme en casa (y emborracharme también), me he tragado Deathwatch, una película inglesa de terror sobrenatural ambientada en las trincheras de la Gran Guerra. Haceos una imagen: ratas, tiros y planos constantes de cadáveres descompuestos. Le faltan unos cuantos tiros, pero mola si eso es lo único que vas a buscar al cine.
Yo esperaba algo más, lo que un trailer alucinante me había prometido. Algo más épico, sangriento e inquietante: un Lovecraft con casco prusiano. Pero claro, era pedir demasiado, así que me estrellé cual coche de dummies contra El Arte de Morir meets Dog Soldiers meets Los Otros.
La niebla y la musiquilla son dos efectos que, a consecuencia del uso indiscriminado, terminan siendo irritantes. Bueno, la música es insoportable desde el principio. Con lo bien que hubiera quedado meter alguna cancioncilla de guerra por ahí, y de paso darle más uso a la radio: que sonara una y otra vez It's a long way to Tipperary podría dar un adecuado, aunque típico, toque terrorífico.
Eso es lo malo (o lo bueno, según se mire) de la película, que sales del cine comentando todas las cosas que cambiarías. Y especialmente, el final. He decidido hacer una lista con Cinco Finales Alternativos (Y Mejores) Para Deathwatch. Contiene spoilers y no es mi intención chafarte una película (por mala que sea), así que si quieres leerla, selecciona las siguientes líneas de texto:
1)La tierra se traga al prota. A continuación, el campo es cruzado por una ofensiva del ejército. Fin.
2)La bengala se apaga cuando el prota se ve a sí mismo entre sus compañeros. Fundido a negro. Fin.
3)El prota coge la radio tras verse a sí mismo, y dice lo de: "Compañía Y, no hay supervivientes". Fin.
4)El prisonero alemán le dispara al prota en vez de dejarlo marchar. Fin.
5)El prota se pierde en la niebla. Empiezan a sonar disparos. Fin.
Entre los personajes destaca Quinn (Andy Serkis AKA Gollum), el típico tipo ultraviolento que cambia fusil por maza claveteada, y que se sentiría en familia luchando junto a La Brigada de Fusileros (un alocado y absolutamente recomendable comic bélico de Garth Ennis y Carlos Ezquerra). Y, por supuesto, Bradford (Hugh O'Conor, en la foto), el soldado que se dedica a leer fragmentos de la biblia en los funerales y ser blanco de los insultos del resto de la compañía. Bradford es idéntico 100% a Tónicas, un (afortunadamente) ex-amigo mío. Igual de misterioso, igual de inquietante, igual de gilipollas. Y esa mirada de cabrón...
Imaginaos al tipo de la foto con coloretes a lo Heidi y camisa rosa, y tendréis a Tónicas. Dadle recuerdos si os lo encontráis por la calle.
Y, pese a que he puesto a parir esta película, os recomiendo que la veáis. En realidad no es tan mala como doy a entender (soy un criticón nato), tiene un par de detalles buenos (que plagiaré descaradamente cuando sea director de cine) y suficientes ratas, tiros y planos constantes de cadáveres descompuestos como para merecer la pena. No esperéis a Lovecraft con casco prusiano, sino una agradable velada encontrándole fallos entre amigos, delante de una cerveza.
A 100 días del Xacobeo 2004, sale un tipo de barbas en los informativos de la Telegaita diciendo que en Galiza debe crecer el sector servicios, y que nos vayamos despidiendo de la agricultura, la ganadería y la pesca.
Vivo en Compostela, una ciudad que tiene 100 bares por habitante, que subsiste gracias a la universidad, la Xunta y el turismo. He visto desaparecer la poca industria que pudo haber existido en este país, he visto gente recibir multas porque sus vacas dan demasiada leche, he visto costas llenas de mierda por culpa de políticos que luego compraron el voto (y el silencio) de las familias afectadas.
Y ahora un tipo de barbas con pinta de cargo público dice que el futuro está en la economía tercermundista de las tiendas de recuerdos, los hostales de dos estrellas, los autobuses del inserso, las marisquerías y los bares llamados "Miami".
Eso parece ser una realidad aceptada, incluso celebrada, por la gente de mi ciudad. Pero me gustaría saber qué opinan los habitantes de las aldeas más recónditas de Lugo y Ourense, a las que nunca va nadie, cuando les digan que su futuro consiste en currar toda su vida de camareros, y al terminar la jornada, fundirse el sueldo en bares para mantener la economía de la nación.
And I will strike down upon thee with great vengeance and furious anger those who would attempt to poison and destroy my brothers... Voy a añadir una escopeta a mi wishlist de Amazon. Una de auténtico cabronazo, grande y negra, como esas que salen en las películas. Que haga ScHaCk-ScHaCk cuando la recargue después de reventarle las tripas a algún infeliz.
Cuando la tenga, será mi día de alégrame-el-día. Voy a ir a por toda esa gente que no soporto, todos los que desearía ver muertos, y, después de soltarles el discursito bíblico de Jules, les voy a meter esa polla negra de la muerte en la boca y manchar la pared con sus sesos.
And you will know my name is the Lord when I lay my vengeance upon thee.
BANG!
ScHaCk-ScHaCk
BANG!
ScHaCk-ScHaCk
BANG!
ScHaCk-ScHaCk
BANG!
ScHaCk-ScHaCk
BANG!
ScHaCk-ScHaCk
BANG!
ScHaCk-ScHaCk
BANG!
ScHaCk-ScHaCk
BANG!
ScHaCk-ScHaCk
La raza humana al completo me aclamaría como su liberador, y declararían la fecha de mi cumpleaños (30 de septiembre) como Día Internacional Del Snob Neurótico Que Borró De La Faz De La Tierra A Un Puñado De Personajes Insufribles.
Bueno, damas y caballeros, la lista está abierta a sus sugerencias. ¿A qué funeral asistirían con el único fin de aplaudir? ¿A quién desearían ver muerto?
Hace unos días me presenté a un examen. No diré de qué, para no ponerme en evidencia. El caso es que no había dormido la noche anterior, y que la cafeína de cuatro o cinco latas de Coca-Cola galopaba desbocada por mis venas. Además, no había estudiado absolutamente nada. Estaba histérico, somnoliento y cabreado.
Empecé a escribir, y me dí cuenta de que no sabía.
Siempre he tenido una letra horrible. En el colegio clavaban mis dictados en el corcho de la pared, como un ejemplo de mala caligrafía para el resto de la clase (las señoritas eran todas unas zorras).
Hace dos o tres años, tras darme cuenta de que ni siquiera yo entendía mis manuscritos, dejé de emplear letras minúsculas. A partir de entonces, todo mayúsculas. Cuando tocaba poner una mayúscula de verdad, la hacía más grande. Por supuesto, mis profesores siguieron humillándome tanto o más que antes, pero a mí me daba igual, porque ya me había acostumbrado a la humillación constante, y al menos ahora entendía mi propia letra.
Actualmente, desde que cambié mi diario convencional por este blog, no tengo necesidad de escribir a mano. En ocasiones tengo que rellenar un formulario, o escribir una nota, o echar una firmita, pero nada más. Yo (histérico, somnoliento, cabreado), y el callo de mi dedo corazón, reblandecido por falta de uso, no estábamos preparados para enfrentarnos a un examen tan extenso como complicado.
Y me dí cuenta de que no sabía escribir a mano. No sólo había olvidado cómo dar forma a las erres, las eses o las bes minúsculas. Necesitaba un botón para borrar partes y reescribirlas, necesitaba pulir un poco mi redacción. Necesitaba un teclado.
Tras horas de trabajo, entregué las últimas hojas de examen pidiendo disculpas por mi caligrafía. Borrones por todas partes, líneas de una prosa extraña que ondulaban hasta marear al lector. Es letra de maníaco, pensé. Supongo que esa idea también habrá cruzado la mente del encargado de corregir el examen. Quién sabe, quizá se apiade de un pobre enfermo mental, y decida aprobarme. Parecía una nota de suicido de una persona verdaderamente jodida de la cabeza. No de esas que lo intentan para llamar la atención. De un tipo que, en la soledad de su bañera, se abre bien las muñecas (longitudinalmente), se pone una bolsa de plástico de Alcampo en la cabeza, y luego tira el secador encendido en el agua.
Estos días estoy muy vago. Más de lo habitual. No tengo ganas de hacer nada. No leo nada, ni siquiera cómics. Duermo mucho. No veo películas. Paso casi todo el día entre la cama y el ordenador, salgo a tomar algo o cenar fuera, y vuelvo a la cama o al ordenador. Entre que no tengo ganas ni de escribir, y que Blogger funciona cuando quiere, he pasado por alto tres aniversarios dignos de un comentario. Pero como más vale tarde que nunca...
El miércoles pasado (día 10) cumplió 5 años Google. Google me cae muy bien. Trae a diario un puñado de náufragos de Internet que nuncan encuentran lo que buscan en esta página, y yo me lo paso bien mirando en mi contador de Sitemeter sus palabras de búsqueda. Algunas de las más extrañas que han conducido hasta este blog últimamente son:
imagenes muy interesantes de ainhoa de operacion triunfo
el niño neurótico (yo mismo hace unos años)
descargar gratis peliculas hermanos calatrava
fotos bebes graciosos anuncio
pit bull caza mayor
El 11 de septiembre, jueves, se cumplieron 30 años del golpe de estado que, apoyado por la CIA, asesinó al presidente Salvador Allende y a la democracia en Chile, y dió paso a la sangrienta dictadura del general Pinochet. Otro 11 de septiembre, hace tres años, los ataques terroristas contra el World Trade Center y el Pentágono segaron las vidas de más de 3000 personas e hirieron de gravedad el orgullo americano. Reflexionando sobre el tema, el demonio que aparece ocasionalmente sobre mi hombro derecho (el angelito hace ya tiempo que renunció a su puesto) me susurra al oído: Justa retribución...
COSAS QUE HACER CUANDO VISITAS A TUS ABUELOS UN DÍA DE PATRÓN
- Darte cuenta de que necesitas una cámara de fotos digital para capturar toda la belleza que te rodea. No, en serio. Desde que vi Pecker la idea de fotografiar cosas que me encuentro por ahí ronda mi cabeza constantemente. Y hoy, paseando por la huerta, entre hierba mojada y recuerdos de mi niñez, decidí que voy a empezar a ahorrar pero ya.
- Inventar un cóctel. A falta de Kahlua y Vodka, necesarios para elaborar un delicioso Ruso Blanco, me puse a experimentar con el arsenal etílico de mis abuelos. La mayoría de botellas son de tiempos de Franco, y algunas marcas ya han dejado de existir. Os recomiendo el siguiente combinado, una suave y dulce mezcla de sabores para la sobremesa que he dado en llamar Galego Branco:
En un vaso bajo con abundante hielo: - 1/2 parte de café
- 1 parte de Cointreau
- 1 parte de Licor 43
- Cubrir con leche semidesnatada
- Ver películas mudas de Buster Keaton en Popular Tv, la cadena de los curas (estoy seguro de que emiten imágenes subliminales de Escrivá de Balaguer). El bueno de Buster hizo que tres generaciones de Snobs se saltaran la siesta y disfrutaran de barbas ardientes, barcos naufragados y mamporrazos varios.
- Esconderte para fumar. No podía aguantar más, llevaba horas privado de la agradable compañía de Don Nicotino, así que me refugié en el desván, lo más lejos posible del fino olfato de mi abuela. Un ruído me sobresaltó y arrojé más de la mitad del cigarrillo por la ventana. Juro que estuve a punto de bajar las escaleras corriendo para recuperarlo.
I'm tired of self-respect
I can't afford a car
I wanna be a prefab superstar
I wanna be a tool
Don't need no soul
Wanna make big money
Playing rock and roll
I'll make my music boring
I'll play my music slow
I ain't no artist
I'm a businessman
No ideas of my own
I won't offend
Or rock the boat
Just sex and drugs
And rock and roll
Drool, drool, drool, drool, drool (etc.) My payola!
Drool, drool, drool, drool, drool (etc.) My payola!
You'll pay ten bucks to see me
On a fifteen foot high stage
Fatass bouncers kick the shit
Out of kids who try to dance
If my friends say I''ve lost my guts"
I'll laugh and say
That's rock and roll
But there's just one problem...
Is my cock big enough
Is my brain small enough
For you to make me a star
Give me a toot, I'll sell you my soul
Pull my strings and I'll go far
And when I'm rich
And meet Bob Hope
We'll shoot some golf
And shoot some dope
Is my cock big enough
Is my brain small enough
For you to make me a star
Give me a toot, I'll sell you my soul
Pull my strings and I'll go far
Una letra de los geniales Dead Kennedys, dedicada a las estrellas prefabricadas que se van a llevar un porcentaje de lo que pagues por tus CD's vírgenes. Así o jasten na farmasia. Somos víctimas de la SGAE.
(Por cierto, Blogger parece haberse vuelto loco, así que disculpen las molestias y la poca frecuencia de posteo)
a la brasa sangrante y casi mugiente. Luego intentaré arrastrarlos hasta algún pub donde sirvan Guinness, para disfrutar de un buen rato poniendo a parir a los no presentes. Como cada día de mi vida en los últimos dos años.
"La policía de Marruecos queda con todo si pasamos por frontera en tierra, por eso ir por mar", nos explica Mustafá en su chabola en plena playa de El Tarajal. "Con Guardia Civil ser distinto, porque yo ser bueno con ellos. Y ellos saber que Mustafá cumple siempre".
Esta noche, en lugar de salir de juerga (y emborracharme) o quedarme en casa (y emborracharme también), me he tragado Deathwatch, una película inglesa de terror sobrenatural ambientada en las trincheras de la Gran Guerra. Haceos una imagen: ratas, tiros y planos constantes de cadáveres descompuestos. Le faltan unos cuantos tiros, pero mola si eso es lo único que vas a buscar al cine.
Entre los personajes destaca Quinn (
Vivo en Compostela, una ciudad que tiene 100 bares por habitante, que subsiste gracias a la universidad, la Xunta y el turismo. He visto desaparecer la poca industria que pudo haber existido en este país, he visto gente recibir multas porque sus vacas dan demasiada leche, he visto costas llenas de mierda por culpa de políticos que luego compraron el voto (y el silencio) de las familias afectadas.
El miércoles pasado (día 10) cumplió 5 años 
la idea de fotografiar cosas que me encuentro por ahí ronda mi cabeza constantemente. Y hoy, paseando por la huerta, entre hierba mojada y recuerdos de mi niñez, decidí que voy a empezar a ahorrar pero ya.
