¿MONARQUÍA? NO, GRACIAS

Estaba pensando en cómo abordar el tema de la futura boda de Felipe Bourbon con una acólita de Urdaci. O mejor dicho, si debería hacerlo. Porque, pese a lo que digan los medios de comunicación, esta no es una de las noticias más importantes de la década, sino una gilipollez más con la que ocupar minutos en los telediarios y neuronas en los cerebros de los ciudadanos, desplazando los sucesos, y los recuerdos, verdaderamente significativos. Al menos espero que a algunos les sirva para enterarse de qué pie cojea la realeza. Que siguen jugando al pádel, vamos.
Qué bien les viene a todos, casi un año después de la tragedia del Prestige, casi un año después de que el pater familias fuera recibido a pedradas en Galiza, anunciar esta boda. Cómo nos conocen, y saben lo rápido que olvidamos. ¿O no es así?.