MIEDO Y ASCO EN COMPOSTELA

Llevo un tiempo durmiendo poco y mal, y he vuelto a pasar la noche en vela. Santiago lleva varios días bajo una ola de calor pegajoso. Me siento muy Hunter S. Thompson. Las alucinaciones, convocadas por el sofoco y la privación del sueño, no tardarán en llegar.
Las espero agazapado tras la puerta. Estoy armado con rotuladores de punta fina, y aun quedan latas de Guinness en la nevera.
Odio la Guinness de lata.
El aire sabe a sudor. El sudor corre por mis sienes, por mi frente, y se acumula en mis ojeras. Escucho a los Beatles y a los Doors, grupos a los que no suelo soportar. Huele a calor. Quiero meterme en una sala de cine con el aire acondicionado a tope y arrancarme la piel.
Odio a la gente. Y odio a las palomas, putas ratas del aire. Si no hubiera nadie mirando, las pisaría.

People are strange when you're a stranger

Faces look ugly when you're alone

Estoy mareado. No sé si quiero vomitar pero no tengo ganas, o si tengo ganas de vomitar pero no quiero. Me duele la rodilla derecha, la que hizo crecks al dar un mal paso en el concierto de Skarnio.
Estoy asqueado. Tengo calor. Tengo sueño.