KARATE A MUERTE EN TORREMOLINOS
Al fin ha salido en dvd una de las películas que más esperaba, y al fin la he visto. Por si no la conoces, se trata de un homenaje al cine cutre que reúne todos los tópicos del género (artes marciales, ocultismo, monstruos, surf, gore, referencias lovecraftianas...), está hecha con cuatro duros y fue calificada, creo recordar en Cinemanía, como la peor película española de la historia (el crítico no sabía que eso es un piropo).
La trama es la siguiente: El doctor Malvedades llega a Torremolinos con la intención de despertar a Jocántaro, un monstruo que dormita bajo el mar. Para ello necesita sacrificar a cinco jóvenes recién desvirgadas, así que envía a sus esbirros, unos ninjas nazis no-muertos, a secuestrarlas. Los ninjas siembran el pánico en la ciudad, y el ayuntamiento contrata primero al karateka Chuk Lee, y luego al enigmático profesor Orloff (parapsicólogo interpretado por el director, Pedro Temboury, que llegó a tener un programa de tv en Canal Satélite, y que emplea un Simon en sus prácticas ocultistas) para hacerles frente, pero parece que la última esperanza para la humanidad reside en la Hermandad de Surfistas Católicos, entrenados por el espíritu del maestro Miyagi (un magnífico Jess Franco). Ah, y también salen unos marcianos.
Como en la mayoría de películas malas, la historia va perdiendo sentido hacia el final, y termina de forma delirante. Las interpretaciones son de pena, con la única excepción del ya citado Jess Franco. La banda sonora es, con mucho, lo mejor de la película: canciones punksurferas al estilo Ramones, un hilo musical funky que bien podría haber sonado en una de las películas de Brock Landers, y un excelente guiño final al género de monstruos japoneses tipo Godzilla.
Karate a Muerte en Torremolinos, aunque no resiste más de un visionado, es divertida (por cutre) y un soplo de aire fresco en el homogéneo y estéril de (buenas) ideas panorama cinematográfico español.
Al fin ha salido en dvd una de las películas que más esperaba, y al fin la he visto. Por si no la conoces, se trata de un homenaje al cine cutre que reúne todos los tópicos del género (artes marciales, ocultismo, monstruos, surf, gore, referencias lovecraftianas...), está hecha con cuatro duros y fue calificada, creo recordar en Cinemanía, como la peor película española de la historia (el crítico no sabía que eso es un piropo).
La trama es la siguiente: El doctor Malvedades llega a Torremolinos con la intención de despertar a Jocántaro, un monstruo que dormita bajo el mar. Para ello necesita sacrificar a cinco jóvenes recién desvirgadas, así que envía a sus esbirros, unos ninjas nazis no-muertos, a secuestrarlas. Los ninjas siembran el pánico en la ciudad, y el ayuntamiento contrata primero al karateka Chuk Lee, y luego al enigmático profesor Orloff (parapsicólogo interpretado por el director, Pedro Temboury, que llegó a tener un programa de tv en Canal Satélite, y que emplea un Simon en sus prácticas ocultistas) para hacerles frente, pero parece que la última esperanza para la humanidad reside en la Hermandad de Surfistas Católicos, entrenados por el espíritu del maestro Miyagi (un magnífico Jess Franco). Ah, y también salen unos marcianos.
Como en la mayoría de películas malas, la historia va perdiendo sentido hacia el final, y termina de forma delirante. Las interpretaciones son de pena, con la única excepción del ya citado Jess Franco. La banda sonora es, con mucho, lo mejor de la película: canciones punksurferas al estilo Ramones, un hilo musical funky que bien podría haber sonado en una de las películas de Brock Landers, y un excelente guiño final al género de monstruos japoneses tipo Godzilla.
Karate a Muerte en Torremolinos, aunque no resiste más de un visionado, es divertida (por cutre) y un soplo de aire fresco en el homogéneo y estéril de (buenas) ideas panorama cinematográfico español.
<< Home